lunes, 4 de junio de 2012

"NO ME GUSTA SER DIRECTOR DE ORQUESTA" (Publicado en "Voces de Cuenca" el 4-6-12)

No me gusta ser director de orquesta Cuando a algunos pacientes se les aconseja y se les afirma que los máximos responsables de sus aciertos y de sus fracasos son ellos, algunos nos miran con cara total de sorpresa, se "ponen a temblar" y se quedan "fuera de juego" Por Fco. Javier Sánchez Martínez. Psicólogo Con esta significativa frase me sorprendía un paciente aludiendo a que “no le gustaba llevar el mando en su vida”, a “no querer estar en primera fila de sus responsabilidades”, a “seguir quejándose sin pasar a la acción”. Cuando a algunos pacientes se les aconseja y se les afirma que los máximos responsables de sus aciertos y de sus fracasos son ellos, algunos nos miran con cara total de sorpresa, se “ponen a temblar” y se quedan “fuera de juego”, porque, en muchas ocasiones acuden al profesional con un victimismo involuntario que les tiene paralizados, indefensos y sin ganas de luchar por nada, inmersos en un círculo vicioso del que no pueden y a veces ni les apetece salir, se acostumbraron y aprendieron sólo a “quejarse”. Si yo no tengo nada que hacer, decir, o no pinto nada en mi vida ¿de qué sirve que me esfuerce?. Frente a este locus de control externo, nuestra tarea consistirá en hacer comprender al paciente mediante técnicas de confrontación, reestructuración y a través fundamentalmente de la entrevista motivacional que el control de su vida lo tiene él/ella, que él y no los acontecimientos que le ocurren son los protagonistas de su vida, de su felicidad y de la terapia que está realizando en estos momentos. Frente a la suerte, el azar o el destino le proponemos “ser el director de orquesta”, “colocarse en primera fila”,” enfrentarse a los problemas o situaciones que le ocurran” (que no a las personas), “proponerse alternativas propias” y “buscar soluciones adecuadas y realistas”, pero sólo para él/ella. Serían sus soluciones, sus decisiones y por tanto sus errores o sus aciertos. Frente a esta “forma” de “sanear” su situación actual, los pacientes con un locus de control externo, mantienen su discurso de “quejas” eterno, no se plantean que ellos puede ser positivo cambiar “aspectos de su forma de enfrentarse a los problemas que les acosan” y se consideran (porque están convencidos de ello, como un mecanismos de defensa) que el mundo conspira contra ellos, que todo el mundo les trata injustamente y que cómo es posible que siendo tan “buena persona”, nadie le agradezca o vea su esfuerzo. No podemos, ni debemos reforzar ese discurso, tras una/s primera/s sesiones donde el paciente necesita, sin duda, desahogo emocional y escuchar sus propios pensamientos. Vuelvo a afirmar que usted es el máximo responsable de su vida, de las cosas que le ocurren y que frente a la queja, actúe. No está escrito en lugar lo que le ocurrirá a usted (salvo creencias religiosas, por supuesto muy respetables), conviértase en “director de su propia vida”, será más feliz, créame.

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