lunes, 9 de enero de 2012

"EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: CÓMO SUPERARLO" (Publicado en "Voces de Cuenca" el 9-1-12)

9/01/2012 - PSICOLOGÍA
Por Francisco Javier Sánchez Martínez
Clasificado en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM IV-TR) dentro de los trastornos de ansiedad, el trastorno por estrés postraumático, probablemente sea uno de los más duros y difíciles de superar.
Los criterios diagnósticos de mismo son los siguientes:
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático.
B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de diversas formas.
C. Existe una evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo.
D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal).
E. Estas alteraciones previas se prolongan más de 1 mes.
F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Se especificará si es agudo: si los síntomas duran menos de tres meses o crónico: si duran tres meses o más.
Se especificará igualmente si es de Inicio demorado cuando entre el acontecimiento traumático y el inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses.
Cuando hablamos de acontecimientos traumáticos nos referimos a accidentes, desastres naturales, muerte de un familiar inesperado, abusos físicos durante la infancia, guerras (entre otros).
El tratamiento psicológico que se utiliza desde un punto de vista cognitivo-conductual suele basarse en técnicas de reestructuración cognitiva (Beck), terapia racional emotiva (Esquema A-B-C Ellis), identificando patrones erróneos de pensamiento y confrontando los mismos frente a preguntas objetivas que “desmonten” dichos pensamientos, es decir: realizando una confrontación/adecuación de los mismos con la realidad, un análisis de la influencia de los pensamientos en el estado de ánimo, y por último, un análisis final de las consecuencias en el peor de los casos, junto a las autoinstrucciones (Meichenbaum).
Además se obtienen excelentes resultados con técnicas específicas del manejo de la ansiedad (técnicas de relajación y respiración, entre otras), técnicas de inoculación al estrés, reestructuración racional sistemática (Golfried y Golfried), desensibilización sistemática y la que personalmente utilizo de manera inevitable en consulta: LA EXPOSICIÓN EN VIVO AL EVENTO TRAUMÁTICO (si es posible, claro. Si no ha de hacerse en imaginación).
Sabemos que cuanto mayor es el miedo a algo, más frecuentemente debe exponerse el paciente a ello.
Los casos más frecuentes que he visto en consulta han sido los derivados de accidentes de tráfico, bien porque los pacientes han sufrido un accidente conduciendo ellos/as mismos/as o porque han sido víctimas de un atropello brutal.
La persona tiende a utilizar inicialmente (por cuestión de supervivencia) conductas de evitación, que tan sólo le “reducen la ansiedad a corto plazo”, pero que no resuelven el trastorno base que les produce el trauma, frente al que tarde o temprano han de enfrentarse.
¿Cómo exponemos al paciente a la situación traumática?
Tanto en el caso de haberse producido un accidente mientras se conducía, como en el caso de haber sido víctima de un atropello, la persona ha de pasar por ese mismo lugar de manera progresiva o directamente (como suelo recomendar en la mayoría de los casos, salvo que el nivel de ansiedad sea muy elevado).
La exposición en vivo produce en el paciente una disminución del temor/miedo de manera progresiva, al comprobar él mismo que a pesar de lo que le ocurrió en dicho espacio, en aquella ocasión, no tiene porque volver a pasarle en el futuro, y que por tanto la evitación “funcionará” tan sólo a corto plazo.
Evidentemente en las primeras exposiciones el nivel de ansiedad el paciente es muy elevado, porque teme “irracionalmente” que si vuelve a pasar por ese mismo sitio o vuelve a hacer ese mismo recorrido le volverá a suceder exactamente lo mismo, aspecto este no objetivo.
La exposición en vivo no se puede aplicar o realizar de cualquier manera, sino que hay unas pautas básicas para realizarla:
Ha de ser regular y prolongada (en tareas planeadas con anterioridad y con un grado de dificultad creciente).
Debemos hacer una lista previa con las situaciones que el paciente evita por producirle ansiedad y ordenarlas según su grado de dificultad.
Es importante no pasar a la siguiente situación, hasta que la previa sea controlada por el paciente, es decir que su nivel de ansiedad subjetivo de 0-10 sea cuatro o menos de cuatro.
Abandonar la tarea de exposición o distraerse de la misma por unos breves momentos, si uno se encuentra muy mal, y volver de inmediato a ella en cuanto uno se encuentre un poco mejor.
También es importante que el mismo paciente no subestime los logros conseguidos por el mismo, ya que infravalorar los éxitos hace que uno se sienta mal y constituye un obstáculo para seguir intentándolo. Muchas veces sumando pequeños éxitos es como se obtienen los grandes.
Si usted ha vivido un acontecimiento traumático y nunca se ha enfrentado a él, utilizando claras conductas de evitación para evitar revivir lo sucedido, póngase en manos de un profesional, seguro que puede ayudarle en su proceso terapéutico.
Fuentes
Evaluación y tratamiento psicológico de los trastornos de ansiedad (Enrique Echeburúa)
Manual para el tratamiento cognitivo conductual de los trastornos psicológicos (Vicente E. Caballo)
DSM IV- TR: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.

1 comentario:

  1. A veces, la vida nos manda cosas difíciles de aceptar y superar (accidentes, enfermedades, violaciones, catástrofes etc). Podríamos enmarcar estas situaciones dentro de este trastorno. Dificilmente quedamos como si nada hubiese pasado después de experimentarlas individualmente. Cada persona las vive y revive de forma única y singular, algunas nunca las superan. Normalmente todos necesitamos ayud...a para salir de las obsesiones, MIEDOS …… y conductas asociadas que se producen desadaptándonos y creando en nosotros un estrés constante que a la larga y mantenido puede perjudicar seriamente nuestra salud física y mental. Hay personas que creen poder salir de ese agujero sin ayuda, puedo deciros que no lo considero nada fácil. Vivimos con la ilusión de que todo está bajo nuestro control y cuando nos suceden cosas de este tipo, no buscadas, que escapan a este ilusorio control, nos resulta bastante difícil entender por qué nos ha tocado la china a nosotros. Pero la china nos puede tocar a cualquiera. Si te ha tocado y tienes la suerte de ser superviviente, no te revuelques en tu desgracia y tira, sigue, continúa…… por ti y todos los que amas: familia, amigos…… Seguro que ellos están felices de poder seguir contando contigo. ¡Hazlo por ellos! SIGUE , LUCHA Y SI NO PUEDES SOLO, PIDE AYUDA. Un gran saludo y ojalá ayude a alguien este artículo y este pequeño comentario.

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