lunes, 19 de marzo de 2012

LA PREVENCIÓN DE RECAÍDAS: PROPUESTA TERAPÉUTICA II (Publicado en "Voces de Cuenca" el 19-3-2012)

19/03/2012 - PSICOLOGÍA
La prevención de recaídas en las adicciones: Propuesta terapéutica II
Por Fco. Javier Sánchez Martínez

Las características fundamentales del pensamiento adictivo son las siguientes:

- Se trata de un pensamiento automático, no consciente.
- Rígido (no permite excepciones a las reglas interiorizadas), insensible.
- Firmemente aprendido y practicado a menudo.
- Dicotómico (cualidad de todo o nada).
- Generalizado en exceso e ilógico.

El contenido común de los temas:

- Negación: “Las drogas no son un problema, yo no tengo un problema, yo controlo, yo cuando quiera lo dejo”.
- Las drogas son la mejor y única forma de solucionar los problemas emocionales (obtienen consecuencias positivas únicamente a corto plazo). Aquí trabajamos aprender a valorar precisamente las consecuencias positivas a medio-largo plazo de NO CONSUMIR.
- Baja tolerancia a la frustración. Es lo que Ellis llama “ansiedad por el malestar” o “alteración por el malestar”: “Esta emoción que es la ansiedad que uno siente cuando anticipa dolor, malestar o desagrado”. El adicto cree irracionalmente que dicho dolor va a ser insoportable y que no se “debe tolerar” recurriendo al consumo.
- “Cambiar es demasiado difícil, por lo tanto, uno está indefenso, carece de esperanza y es indigno”.
- Autoculpabilidad, incriminación y vergüenza por ser un adicto: Muchas veces hablan de la adicción como un vicio, se ven como personas negativas y esto les afecta duramente a la autoestima.

Si reconocemos que el proceso de recaída es un proceso circular y ascendente, vemos que las personas adictas siguen “una ruta” en su proceso de deshabituación: consumo abusivo, abstinencia, lapsus en el consumo, recaída en el consumo, etc.

La teoría de cambio de Prochaska y Diclemente (1982) nos habla de distintas etapas, cambios o estadios comunes por los que “pasa” el consumidor y que resumimos brevemente:

- Etapa precontemplación: La persona cree que no tiene problema alguno con las drogas, por lo tanto, no experimenta deseo alguno de cambiar. Sólo se fija en los aspectos positivos de la droga. El mecanismo de defensa utilizado es la negación.
- Contemplación: Esta etapa es la de la ambivalencia. Hay momentos en la entrevista en los que el paciente admite que podría tener un problema con las drogas y otras en las que se resiste a reconocerlo. Se atisba la posibilidad de cambio por parte del usuario.
- Actuación o acción: El usuario reconoce abiertamente tener un problema y se plantea metas, objetivos y modificación de su problema. Hablamos de planes y objetivos realistas a corto y largo plazo.
- Mantenimiento: Es cuando existe menor probabilidad de recaída en el paciente

Recalcar que como no se produzca una modificación tanto de las consecuencias que se obtienen con el “no consumo”, como de los valores y metas no será suficiente con rechazar drogas, porque entonces recaer sólo será cuestión de tiempo.

Cada vez que no hay una respuesta de afrontamiento eficaz frente a un deseo de consumo, disminuye la sensación de control, surge la expectativa de que el consumo tenga algún resultado positivo, se consume, surge la culpabilidad y percepción de pérdida de control como consecuencia del efecto de violación de la abstinencia (E.V.A), incrementándose por tanto la probabilidad de recaída.

En el otro extremo nos encontramos que al producirse una respuesta de afrontamiento frente al deseo de consumo, se incrementa considerablemente la sensación de control por parte del sujeto y disminuye la probabilidad de recaída. (Modelo de Marlatt y Gordon).

Por último señalar algunas señales de aviso que nos pueden indicar que nos encontramos ante factores de alto riesgo y que por tanto, pueden propiciar el inicio de un proceso de recaída:

- Actividades de ocio con personas conocidas consumidoras de drogas.
- Consumo de alcohol.
- Manejar dinero.
- Sueños relacionados con la recaída.
- Problemas sexuales y de relaciones (algunos pacientes te dicen que comenzaron a consumir cocaína para “ser mejor sexualmente”. Tremendo.
- Estados de ánimo positivos y negativos (ambos igual de peligrosos).
- Poner a prueba el control personal.
- Idealización del efecto de la droga.
- Actitudes negativas. Junto a sentimientos y estados de ánimo también negativos.

Fuentes: “Terapia racional emotiva con alcohólicos y toxicómanos”. DDB
“Manual prevención de recaídas”. País Vasco.

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