martes, 25 de octubre de 2011

"EL ESTRÉS LABORAL Y LOS MAESTROS" (Publicado en "Voces de Cuenca" el 5-9-2011)

Fco. Javier Sánchez Martínez

Coaching Equipo Amaranto Consultores.

“EL ESTRÉS LABORAL Y LOS MAESTROS”

El término de moda, hace mucho tiempo, es el de BURNOUT, también llamado “Síndrome del quemado”.

¿A qué se debe?  Se suele producir cuando las EXPECTATIVAS en el puesto de trabajo no se ven cumplidas y no existe posibilidad (percibida) de cambiar la situación y  poner en práctica las propias ideas.

Según Maslach y Jackson el burnout es una RESPUESTA INADECUADA a un estrés emocional crónico cuyas características principales son:

-         Síntomas de agotamiento emocional, físico y psíquico.

-         Para aliviar esta situación se produce una ACTITUD FRÍA Y DESPERSONALIZADA con los demás.

-         FALTA DE COMPROMISO con el trabajo.

-         Sentimiento de INADECUACIÓN, INCOMPETENCIA E INEFICACIA.

Identificamos distintas fases de aparición de dicho síndrome:

1)    DESEQUILIBRIO ENTRE DEMANDAS DE TRABAJO Y RECURSOS DEL INDIVIDUO PARA AFRONTARLOS (percibidos).

2)    DESEQUILIBRIO ENTRE EXPECTATIVAS Y LO QUE LA REALIDAD OFRECE.

3)    RESPUESTA EMOCIONA: TENSIÓN, FATIGA.

4)    EL INDIVIDUO SE ENFRENTA A LA SITUACIÓN POR MECANISMOS NEUROLÓGICOS ERRÓNEOS, modificando actitudes y conductas.

Recordemos que existe un estrés positivo que nos hace mantener un nivel de actividad adecuado para nuestro funcionamiento cotidiano. El problema surge cuando la persona se ve desbordada por la/s situaciones que le acontecen. 

A nivel profesional me he encontrado con multitud de casos de burnout (profesiones sanitarios, maestros, entre otros muchos).

Déjenme brevemente,  hacer especial referencia a la profesión de maestro, tan poco valorada en la actualidad:

Los maestros se encuentran en las aulas tan sólo una proyección de lo que ocurre en la vida actual. Es decir, se encuentra a unos niños  (una parte de ellos, evidentemente) perdidos, sin límites, carentes de educación y caprichosos.

Tienen a los padres como “enemigos”, en lugar de cómo “aliados” de la educación de sus hijos (en determinados casos, cada vez más frecuentes), valorándoseles sólo las “amplias vacaciones que tienen”.

Se encuentran a niños con apenas 3-4 años, faltándoles el respeto, “dándoles patadas” (literalmente) ante cualquier contrariedad que se les dice, o cualquier límite que se les intenta poner. ¿Se puede trabajar en estas condiciones? Reflexionemos todos por favor ante esta terrible situación.

No es extraño por tanto que sus expectativas no se vean cumplidas en multitud de ocasiones debido a determinadas variables que suelen complicar su trabajo: no apoyo de padres (en algunas ocasiones), heterogeneidad de los grupos (alumnos) con los que trabajan, tensiones por  distribución de horarios, comisiones de servicio o problemas con otros compañeros).

 Es triste, muy triste.

Esto les suele pasar “factura emocional” a lo profesionales,  que se ven desbordados por la situación y acaban en muchos casos sufriendo trastornos de ansiedad y estrés.

Ponga remedio a su situación de estrés laboral si se siente identificado con lo escrito en este artículo, cuídese y ponga remedio antes de que sea demasiado tarde, aunque no sé si la sociedad actual y los valores imperantes le dejarán…….

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