martes, 25 de octubre de 2011

"SI PIERDE SU AUTOESTIMA LO PIERDE PRÁCTICAMENTE TODO" (Segunda parte: Publicado en "Voces de Cuenca 11-7-2011)

SI PIERDE SU AUTOESTIMA LO PIERDE PRÁCTICAMENTE TODO (segunda parte)

“La autoestima es la reputación que adquirimos frente a nosotros mismos” (Nathaniel  Branden).

Usted es un ser único, distinto y especial por ser diferente a todos los demás, por tanto ¿Qué sentido tiene compararse con otros? No hay dos personas iguales, y eso es precisamente lo que le  hace a usted tan ESPECIAL. “Debido a que no eres igual que otro ser humano, tu eres incomparable (Brenda Ueland).

Nadie le mirará desde arriba si usted no le mira desde abajo.

En valía personal todos somos exactamente iguales: usted, el presidente del gobierno, el rey o el mejor cantante de la tierra.

Nuestra sociedad actual aboga por el  “tanto tienes tanto vales” y es precisamente por esta creencia errónea por lo que nos encontramos a pacientes “muy ricos”, pero muy pobres interiormente.

Son personas que siempre esperan tener mejor coche que su cuñado, irse más lejos de vacaciones u ofrecer la mejor comida en el restaurante más caro de la ciudad. Son los eternos infelices, que nunca acaban de encontrarse “bien con ellos mismos”.

Además son incapaces de decir NO, por temor a perder la amistad con los “otros” y casi siempre quieren que todo salga perfecto, con lo cual (al ser ellos, casualmente imperfectos) tienden a tener un estado continuo de insatisfacción.

Las críticas suelen tomarlas como ataques personales que cuestionan su valía como persona. Como no expresan lo que sienten tienden también en ocasiones a descontrolar su ira y a perder los estribos en el momento más inoportuno. Reconozca sus errores y reforzará su autoestima.

Quiérase, mímese, dedíquese tiempo, cuídese. Afortunadamente usted no es imprescindible en este universo tan grande, y si cree que lo es será un mal indicio para su salud física y psicológica.

Repítase cuando se levante por las mañanas enfrente de su espejo: “Soy el mejor”, “hoy será un gran día” y se comerá el mundo (motívese). “La manera que te tratas a ti mismo establece los standards de los demás para tratarte a ti” (Sonia Friedman).

Así es, la persona que se valora asimismo propicia que los demás también le valoren.

Además, las personas con autoestima negativa,  suelen tener sentimientos de culpabilidad “malsana”, al asumir más responsabilidades de las que les corresponden, “machacándose” continuamente por ello. No saben por tanto sentirse culpables de manera acertada, es decir, aceptando su parte de responsabilidad en lo ocurrido e intentando reparar en la medida de lo posible el daño causado.

Todo lo anterior suele generar a medio- largo plazo un estado de ánimo decaído, depresógeno. Beck nos hablaba de su famosa tríada cognitiva (visión negativa del futuro, del presente y del pasado), Selligman nos hablaba de la posible  aparición de la indefensión aprendida y Lazarus y Folkman de los distintos modos de afrontamiento ante problemas determinados. Si a todos estos autores tan sensacionales (desde mi modesto punto de vista) les hubiéramos preguntado si personas con estas características (depresivas, con visión negativa de los acontecimientos, indefensas y con estrategias de afrontamiento inadecuadas) podrían tener una autoestima negativa, sospecho nos hubieran afirmado que sí. 

Valore sus éxitos, refuércelos y aprenda de sus errores. Prémiese por un trabajo bien hecho y no tenga miramientos en afirmar que “es muy bueno en determinada área de su vida”, aunque le hayan educado para lo contrario (ser modesto y humilde).

Huya de los impulsos de odio y venganza. El rencor es un mal aliado de la autoestima porque acaba volviéndose contra nosotros mismos.

Mejore su capacidad de empatía.  “Acompañe” a los demás en sus procesos sin valorarlos ni juzgarlos

Mantenga una alimentación sana y fomente sus relaciones sociales.

De sentido a su vida. Póngase metas y elija los medios para alcanzarlas. Tenga afán de superación.

Apártese del “victimismo”, deje de lamentarse inútilmente y luche por aquellas cosas en las que cree.

No generalice a partir de experiencias negativas. Sea optimista extrayendo siempre lo bueno (que lo hay) de todo lo que le ocurra.

Relaciónese con personas positivas.

Si cuida todos estos aspectos su autoestima “subirá como la espuma” y encontrará un sentido a su vida cotidiana. Hágame caso.




2 comentarios:

  1. Creo que todos los decálogos, o formas generales de indicar un camino positivo en psicología, se limitan a rozar lo muy básico, siendo imposible una profundización más interesante y completa. En este artículo creo que se mezclan dos cosas que son un poco distintas. Por un lado, el que seamos conscientes de que somos únicos, irreemplazables, y debemos profesarnos una sana y razonable autoestima, lo comprendemos todos... (tema aparte es que en muchas ocasiones nos sentimos débiles, vulnerables y con tendencia algo depre)... Y por otro lado, que creo que no tiene nada que ver, está la escala de valores, por supuesto equivocada, que potencia la envidia, el querer tener el coche mejor que el vecino o el amigo etc.... Este último sí es, a mi juicio, el verdadero problema a combatir, y es lo que causa infelicidad.
    Yo diría que es un problema que sigue ahí, latente, y no es tan fácil de eliminar.
    En cambio, lo que el artículo decía antes, sobre saber valorarnos a nosotros mismos, nos puede fallar por circunstancias cambiantes, algún día aislado, pero no es un problema que persista por sí solo tanto como el otro referente a la envidia.

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  2. Muy interesante tu aportación Jorge. Planteas muchas cuestiones interesantes.Te comento que lo que determina la autoestima desde un punto de vista cognitivo son los pensamientos, que si guardan una relación causa-efecto con ella y no los hechos que nos ocurren. Los hechos influyen en la autoestima, pero no la determinan.
    La escala de valores actual influye mucho en la autoestima. "Tanto tienes , tanto vales": gran error psicológico. Por eso en consulta es fácil encontrarse a personas que afirman: "Yo tengo una vida económicamente holgada, no tengo problemas familiares, tengo trabajo" ¿porqué me siento así? Muchas veces tal y como tú dices se trata de anhelar lo que no tenemos porque nos comparamos con los otros y deseamos tener más que el otro. Ahí encontramos muchas veces un problema de autoestima en el que hay que trabajar concienzudamente"

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