martes, 25 de octubre de 2011

"EL MALTRATO FÍSICO/PSICOLÓGICO A LA MUJER" (Publicado el 22-8-2011 en "Voces de Cuenca")

EL MALTRATO FÍSICO/PSICOLÓGICO A LA MUJER.

Fco. Javier Sánchez Martínez

Los datos son escalofriantes. El 60% de las mujeres maltratadas tiene problemas psicológicos moderados o graves como consecuencia de cualquier tipo de maltrato.

Los síntomas de mayor frecuencia suelen ser ansiedad, tristeza, pérdida de autoestima, labilidad emocional, inapetencia sexual, fatiga permanente e insomnio.

Los principales trastornos psicológicos son la depresión y el trastorno por estrés postraumático.

Otros problemas psicopatológicos que pueden aparecer son: intentos de suicidio, trastornos de alimentación, alcoholismo y drogodependencias.

Las agresiones pueden ser: físicas (puñetazos, patadas, bofetadas, empujones, tirones de pelo), sexuales (se fuerza a la mujer a mantener relaciones sexuales contra su voluntad para evitar males mayores (una paliza o que pegue a los hijos como venganza) y psicológicas (se ejerce principalmente a través de una manipulación emocional que se manifiesta mediante la desvalorización continua, la culpabilización, la intimidación y a través de la imposición de conductas restrictivas como el aislamiento y el control económico).


¿PORQUÉ SE MANTIENE UNA SITUACIÓN DE MALOS TRATOS?

             -        Por dependencia emocional.

-        Por baja autoestima.

-        Por falta de apoyo familiar y social.

-        Por miedo a las represalias.

-        Por esperanza de cambio.

-        Por la presencia de hijos menores.

-        Por falta de información sobre los derechos de la mujer y sobre cómo proceder en caso de sufrir una agresión.

-        Por dificultad para presentar pruebas y temor al sistema judicial.

-        Por justificaciones (creencias irracionales: “mi pareja va a cambiar”, “no es mala persona”, “me quiere, pero tiene mucho genio”/mecanismos de defensa: minimización o la negación que le permiten conseguir “soportar” los incidentes del maltrato agudo).


-        La violencia repetida e intermitente, entremezclada con períodos de arrepentimiento y de ternura (del maltratador), suscitan una ansiedad extrema y unas respuestas de alerta y de sobresalto permanentes.


-        La  amenaza incontrolable a la vida y a la seguridad personal provoca una sensación de temor continuado, dificultades de concentración, irritabilidad y un estado de hipervigilancia, trastornos del sueño, pesadillas y pensamientos obsesivos.


-        La mujer “cree” que la conducta de su pareja depende de su propio comportamiento, se siente responsable e intenta una y otra vez cambiar las conductas del maltratador, pero cuando observa que sus expectativas fracasan de forma reiterada, desarrolla sentimientos de culpabilidad y de fracaso.


PENSAMIENTOS ERRÓNEOS DE LA VÍCTIMA

              -        “Muchas parejas sufren malos tratos y no pasa nada”.

-        “Esto no puede seguir así, pronto cambiará”.

-        “Él no tiene la culpa. Los celos, el alcohol y el estrés del trabajo son los responsables de la violencia”.

-        “Mis hijos no se dan cuenta de lo que ocurre, porque yo lo evito”.

-        “Mis hijos no sufren, porque a ellos nunca les ha maltratado” .

            - A todo lo anterior debemos sumarle que cuanto más tiempo dura el maltrato, mayor gravedad de los síntomas y menos recursos psicológicos de la víctima para enfrentarse a la situación.

Ellos les atacan (generalmente) a través de los hijos por eso él debe saber que puede ser denunciado.

              - TRATAMIENTO  

-        Técnicas para la reducción del estrés y la ansiedad.

-        Técnicas para aprender a controlar la ira.

-        Técnicas de reestructuración cognitiva (terapia racional-emotiva).

-        Programa de mejora de autoestima.

-        Mejora de las relaciones sexuales: psicoeducación.

-        Habilidades sociales: Asertividad y habilidades de comunicación.

-        Técnicas de resolución de problemas.

-        Fomento de conductas de independencia y autonomía.

Desde mi experiencia clínica me he encontrado que “ paradójicamente” son las mujeres las que vienen a consulta porque “sus parejas” les dicen que están locas o desquiciadas y que son ellas las que necesitan tratamiento.

Con frecuencia me he encontrado con mujeres destrozadas, con una autoestima “por los suelos”. Él la compara continuamente con su madre, con sus hermanas. Intenta aislarla socialmente (suele ser muy sutil: “yo no te digo que no salgas, pero como salgas me enfado”, “cuánto me querrás cuando prefieres irte con tus amigas a estar con tu familia”), todo lo que hace le parece mal.

Él nunca habla claramente de sus sentimientos. Ella le sirve a él para PROYECTAR sus miedos, sus debilidades, sus puntos débiles.

Cuando hay un episodio de maltrato él luego promete cambiar, dice arrepentirse, se humilla, se degrada si es necesario y ella acaba muchas veces creyéndole, con lo cual la víctima no sale del círculo en el que se encuentra.

Es importante transmitirle a la mujer maltratada que “él se sigue comportando así porque ella quiere” y que puede hacer algo por cambiar la situación.

Es importante transmitirle también a la mujer que su pareja está bien porque ella está mal (él está bien a costa de ella).

Últimamente alguna paciente me ha llamado para que le recordase simplemente que está empezando a justificar a su pareja (o ex pareja) y que ha empezado también a creerse que él puede cambiar, que le quiere mucho y que esta vez será la definitiva. Mi tarea es desmontar de nuevo este círculo vicioso en la que ella vuelve a ser engañada, y manipulada por el maltratador.

Tema grave y complicado, sin duda.






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